una oportunidad para aprender

acerca de esta contribución

Las imágenes aquí representadas son el resultado de un proyecto etnográfico sobre las prácticas reparación de teléfonos inteligentes en Suiza, llevado a cabo a lo largo de dos años y centrado en tiendas de reparación, espacios de hackers, talleres de fabricación digital [fab labs] y locales temporales como cafés de reparación. Estos espacios se centran sobre todo en los elementos materiales del hardware (pantallas o botones rotos) y problemas de software (recuperación de datos, actualización de ajustes, instalación de aplicaciones, etc.). Tras pasar varios meses en estas tiendas, pudimos apreciar la influencia social positiva que tienen en los barrios: a veces los clientes no solo vienen a tomarse un café y a pedir ayuda con problemas de hardware (pantallas rotas y botones estropeados), sino que los reparadores también ayudan gratuitamente con otros problemas menores (restablecer ajustes, cambiar configuraciones de idioma o notificaciones) y a veces realizan tareas que van mucho más allá de su propia función, por ejemplo la de prestar ayuda con trámites administrativos (como reservar citas por Internet o rellenar todo tipo de papeleo fiscal).

Nuestra investigación abordó las prácticas de los técnicos que fundaron, o gestionan, estos sitios. Nos centramos en cómo estas personas acaban arreglando los aparatos de los clientes y, más concretamente, en cómo aprendieron a manejar productos que los fabricantes no diseñaron para ser reparados. Este proyecto parte de la hipótesis de que una mayor comprensión del mantenimiento de los artefactos digitales es fundamental para hacer frente a los retos de una era de crisis medioambiental y despilfarro. La descripción de los ejercicios de los reparadores y la forma en que generan sus propios conocimientos y experiencia destacan los esfuerzos de los usuarios para mejorar la sostenibilidad de sus objetos tecnológicos, independientemente de las intenciones de los fabricantes.

Centrándose en los talleres de reparación, esta tira cómica describe visualmente la importancia del «deshacer» como táctica de aprendizaje que adoptan los reparadores para generar conocimiento sobre los objetos que tienen intención de arreglar. Esta serie de viñetas etnográficas ilustra la información que estos profesionales descubren al desmontar nuevos modelos de teléfono, documentar sus manipulaciones y compartirlas con compañeros locales y regionales a través de canales como los grupos de WhatsApp. Esta forma de trabajar en contra de los fabricantes puede considerarse una forma de «contrahacer» (contre-faire) (Allard 2015), que refleja la noción de «critical making» [hacer crítico] propuesta por Matt Ratto para referirse a la generación de conocimiento que surge a través del compromiso material con la tecnología (Ratto 2011).

Asimismo, desde un punto de vista metodológico, esta contribución ilustra la dimensión visual del concepto de «viñeta etnográfica» (una situación observada y extraída del campo) que nos interesaba en este proyecto tanto por motivos pragmáticos (el dibujo observacional como forma de conseguir aceptación en el campo) como por elección epistemológica (para explorar formatos alternativos de relatos etnográficos). Curiosamente, se optó por este diseño dado que, a lo largo de los dos años que duró el proyecto de investigación, varios participantes manifestaron su reticencia a ser grabados y fotografiados, algunos incluso mencionaron que no disponían de los permisos de trabajo necesarios y corrían el riesgo de ser identificados. En consecuencia, el uso de dibujos se convirtió en una solución para respetar la privacidad de estos reparadores, como una forma de evitar ser demasiado intrusivos en su entorno laboral. Sin embargo, recurrimos a la fotografía para documentar el contexto de estas tiendas, así como su cultura material, con dispositivos, herramientas y modos de comunicación. La combinación de dibujos de campo con estas imágenes muestra lo que significa realmente «contrahacer», desde probar un aparato desmontado hasta resolver el problema de un cliente.